El exvicepresident Oriol Junqueras, condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación
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El presidente de Esquerra Republicana de Catalunya y exvicepresident de la Generalitat Oriol Junqueras ha sido condenado por el Tribunal Supremo a 13 años de prisión, al considerarlo culpable de los delitos de sedición y malversación. El alto tribunal también lo ha condenado a 13 años de inhabilitación absoluta.
La sentencia, que se ha conocido este lunes por la mañana, habla del concurso medial de los delitos de sedición y malversación. Esto quiere decir que los dos delitos están asociados y que uno desemboca en el otro. Por tanto, no se imponen dos penas, una por cada delito, sino que se impone una pena por los dos delitos que no superará la suma de los dos por separado.
El abogado de Junqueras, Andreu Van den Eynde, ironizó en Twitter sobre el hecho de que la sentencia se ha publicado en los medios antes de que le hubiera llegado.
Le he dicho al procurador (que iba corriendo en moto para enviarme la Sentencia) que no se esforzara, que ya la tenía por prensa, no se hiciera daño. Ahora a leerla que es lo que toca hacer a los abogados y, en unas horas, a defender inmunidad @junqueras ante TJUE #seguim
Entre 12 y 74 años
Las diferentes acusaciones habían reclamado condenarlo por los delitos de rebelión, sedición, malversación, desobediencia y organización criminal.
La principal acusación, la de la Fiscalía, solicitó al principio del juicio 25 años de prisión por rebelión, malversación y desobediencia, petición que se convirtió en definitiva.
El motivo: consideró Junqueras el máximo responsable de un "alzamiento generalizado, salpicado de actos de fuerza, agresión y violencia".
Por su parte, la Abogacía del Estado rebajó el principal delito a sedición, pero también solicitó la pena más alta para Junqueras: 12 años, menos de la mitad que la Fiscalía.
La acusación popular ejercida por el partido de extrema derecha Vox, en cambio, reclamó una pena altísima: 74 años, por dos presuntos delitos de rebelión y dos de sedición.
Añadía también el de organización criminal, a Junqueras y todos los otros exmiembros del gobierno en prisión preventiva. A todos ellos les pedía la misma pena: 74 años.
Junqueras: "Soy un preso político en un juicio político"
Durante la vista oral, Junqueras negó todas las acusaciones y se autodefinió como "preso político" en un "juicio político".
Aseguró que la violencia del 1-O existió solo por parte de la policía, que no se respondió y que, además, el referéndum no costó "absolutamente nada" a los ciudadanos.
También defendió la legitimidad de aspirar a la autodeterminación de Cataluña y añadió: "Lo intentaremos siempre."
Y apuntó que la oferta del independentismo para dialogar con la administración española para buscar una "solución política" se había encontrado con "una silla que está siempre vacía".
"Devolver la pelota a la política"
En las conclusiones finales, su abogado, Andreu Van den Eynde, afirmó que las acusaciones no tenían pruebas válidas para los delitos que imputaban, y que solo eran estridencias, exageraciones y "alguna mentira".
En este sentido, reprochó a la Abogacía del Estado no haber defendido los derechos de los acusados y haber apoyado a "la represión penal".
Según el abogado, las acusaciones se han basado en una "causa general" contra el independentismo en la cual la Fiscalía y la Guardia Civil actuaron concertadamente.
Siguiendo esta argumentación, el abogado dijo que los cargos solo se basaban en el llamado "derecho penal del enemigo".
Apelando directamente a los miembros del tribunal presidido por Manuel Marchena, Van den Eynde les solicitó "devolver la pelota a la política" con la absolución de los acusados.
Presidente y diputado de ERC desde la cárcel
Oriol Junqueras está en prisión desde el 2 de noviembre, solo 6 días después de la aplicación del 155 y de la declaración de independencia del 27 de octubre.
Lo envió la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela tras la querella de la Fiscalía que lo acusaba, a él y a todo el Govern, de rebelión entre otros delitos.
El hecho de estar encerrado en las cárceles, en Madrid y también en Lledoners, no le ha impedido continuar ejerciendo como presidente de Esquerra Republicana de Cataluña.
Tampoco de presentarse a las convocatorias electorales: 9 días después de entrar en prisión se anunció que sería el cabeza de lista de su partido para las autonómicas del 21D convocadas por Rajoy.
A pesar de ser elegido, Junqueras no pudo ir a ninguna sesión del Parlamento, porque el juez Pablo Llarena le negó el permiso para hacerlo.
Sin embargo, él y el resto de encarcelados elegidos el 21D sí pudieron votar por delegación, y siguió ejerciendo el cargo a distancia.
Incluso, después de que no se llegara a hacer la investidura de Carles Puigdemont, ERC planteó que Junqueras debía ser el candidato a President de la Generalitat.
En julio, coincidiendo con el traslado de Junqueras y del resto de presos a Cataluña, Llarena lo suspendió como diputado del Parlament, a él y al resto de diputados presos, pero no se dieron de baja.
Diputado también en Madrid y en Bruselas
Junqueras dejó el Parlament para ser cabeza de lista de ERC en las generales del 28A y también a las europeas del 26M, en la que fue presentado incluso como candidato a presidir la Comisión Europea por el grupo Alianza Libre Europea.
Pudo llegar a tomar posesión como diputado, pero el mismo Congreso lo suspendió, a él y al resto de políticos presos, después de que el Supremo se lo reclamara.
En cambio, a pesar de que fue elegido eurodiputado, el líder de ERC no pudo tomar posesión porque el tribunal presidido por Manuel Marchena le negó el permiso para acreditarse y para asistir a la sesión constitutiva del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Junqueras se volvió a postular en septiembre como cabeza de lista por ERC en las elecciones del 10N, esperando que la justicia europea lo declarara inmune por su condición de eurodiputado electo antes de la sentencia del Supremo que previsiblemente lo inhabilitaría para ejercer cargos públicos.