El jefe de la Brimo de Mossos el 20-S sobre Sànchez: de "prepotente" a "conciliador"
Jordi Sànchez siguiendo la declaración del jefe de la Brimo el 20-S, este lunes en el Tribunal Supremo

El jefe de la Brimo de Mossos el 20-S sobre Sànchez: de "prepotente" a "conciliador"

Declara en el juicio del 'procés' que, tras realizar unas llamadas, el líder de la ANC fue "mucho más correcto"

Josep Maria CampsActualizado

El responsable de los antidisturbios de los Mossos, la llamada Brigada Móvil, BriMo –que intervinieron el 20-S ante la conselleria de Economía– ha calificado la actitud de Jordi Sànchez aquel día de "prepotente" y "altiva".

El jefe, que ahora es intendente y que tiene el número de identificación 5422, ha explicado que había recibido la orden de facilitar la salida de la comitiva judicial de la conselleria.


"Me exigió que retirara la Brimo"

Según ha dicho el testigo, del que no se ha podido ver la imagen ni saber el nombre, el entonces presidente de la ANC le "exigió" hacia las 9 de la noche que retirara la Brimo:

"En un primer momento, la actitud de Jordi Sànchez fue altiva, prepotente y complicada para mí, porque lo que me exigió es que retirara la Brimo, me dijo "lo que estáis haciendo no es lo que hemos acordado, largaos de aquí". Yo le dije que era el jefe de la Brimo, que tenía unas órdenes muy claras que eran llegar a la conselleria y sacar a la comitiva judicial y que sí o sí yo llegaría a la conselleria."

"En este momento Sànchez saca un teléfono móvil y me dice que llamará al president y al conseller y que me voy a ir de allí. Le dije que hiciera lo que tuviera que hacer, y ante mí, eso está grabado, le dije al compañero "graba", el señor Sànchez hace una llamada, no sé si habló con el conseller, pero lo que puedo repetir son las palabras iniciales, y fueron "Trapero está loco, ‘s'ha begut l'enteniment' ", que es una frase en catalán que quiere decir "ha perdido la chaveta", "saca la Brimo de aquí".

"Estas son las palabras, se gira y ya no escucho más lo que dice. Cuando cuelga, me dice que en breve Trapero recibirá una llamada y nos iremos. Mi respuesta es: "Puede llamar al papa de Roma, que si no me da la orden mi cadena de mando, yo llego a la conselleria"."

 

"La altanería cambió a una persona más correcta"

El intendente ha asegurado que la siguiente vez que aquella noche habló con Sànchez, éste había cambiado de actitud:

"Me vuelve a llamar el subinspector y me dice que el señor Jordi Sànchez quiere hablar conmigo. Me acerco y en ese momento su actitud ha cambiado completamente."

"La prepotencia, la altanería que yo había visto al principio cambió a una persona más correcta, mucho más conciliadora, llegando al punto que le pedí el teléfono móvil. Yo no lo conocía de nada y le pedí el teléfono, lo anoté y posteriormente lo usé."

Este intendente de los Mossos ha dicho que a partir de ese momento Sànchez le ofreció ayuda y coordinación.

 

"Decido no llegar a la conselleria"

A preguntas de Xavier Melero, de la defensa de Joaquim Forn, que ha pedido el testimonio, el jefe de la Brimo ha dicho que durante mucho tiempo les resultó imposible llegar hasta la conselleria para hacer un cordón policial y sacar la comitiva judicial:

"En el momento en que accedo al cordón, compruebo un rechazo muy grande por parte de la gente que estaba concentrada allí. Empiezan a gritarnos y a lanzarnos botellas y algún objeto. Los voluntarios comienzan a desaparecer, porque la presión de los concentrados hace que el cordón venza, y cuando impacta una botella al compañero que llevaba detrás, decido que no llego a la conselleria."

 

Según ha explicado, a pesar de que sus jefes le insistían en que debía llegar a la puerta de Economía, se negó a volver a intentarlo durante mucho tiempo.

En este sentido, ha dicho que se negó a usar porras para abrirse paso para que hubieran podido provocar una avalancha muy peligrosa:

"Yo para utilizar la defensa, que en este momento es la herramienta que se podía haber autorizado para utilizar, porque las primeras personas sí realizaban empujones y golpes, pero los miles de personas de detrás estaban quietas, con tal densidad, que no se podían ni mover. Podría haber causado una avalancha, un mal mayor de lo que yo quería evitar."

 


Cuixart, mucho más colaborador

A preguntas de Jordi Pina, de la defensa de Jordi Sànchez, el testigo ha admitido que este acusado lo ayudó a disolver la concentración que hubo frente al teatro Coliseum cuando tenía que salir la secretaria del juzgado número 13.

También ha dicho que tanto Sànchez como Cuixart, con el que habló poco, se enfrentaron a los manifestantes para reclamarles que tuvieran una actitud pacífica con los agentes de la Brimo que había desplegados.

Ha descrito la actitud de Cuixart como "mucho más colaborativa y cordial":

"En relación a Cuixart, lo único que puedo decir, que sí es cierto, es que mantuvo en todo momento una relación mucho más colaboradora, cordial y coordinada conmigo"

"Lo poco que hablé con él no tuvo nada que ver con la actitud inicial de Jordi Sànchez. Pero para ser justos, la actitud de Sànchez cambió de la noche a la mañana cuando yo estuve desplegado."

 

"Se observa por el helicóptero que se han roto cristales"

En cuanto a los coches de la Guardia Civil que estaban delante de Economía, este jefe de la Brimo ha declarado que supo que había armas largas a la hora de comer, pero que no pudieron actuar para recuperarlas hasta casi 12 horas después.

Según ha explicado, pasadas las 12 de la noche, cuando ya se había desconvocado la concentración pero aún quedaban 3 o 4.000 personas, le dijeron que llegasen a los vehículos y los protegieran:

"Se me ordena que organice un dispositivo para poder llegar y ganar la protección de los vehículos ya que se observa por el helicóptero que se han roto cristales, conos, que están saqueando los vehículos, que han comenzado a acceder al interior los vehículos y como hay un riesgo concreto, las armas, se me dice que planifique un operativo para llegar a los vehículos y establecer un perímetro de seguridad."

 

"La fiesta la tuvieron por la noche"

El testigo dijo que entonces había mucha menos gente, pero con una actitud muy diferente de la que había tenido durante el día:

 "Cuando dicen que aquello fue festivo, la fiesta la tuvieron por la noche, porque el suelo estaba lleno de botellas de cerveza. Y cuando nos desplegamos recibimos una lluvia de botellas de cerveza."

"Cuando llego a ese punto, le digo al comisario que no veo factible llegar a los vehículos, porque tengo a miles de personas frente a los vehículos sentadas, hay gente encima de los vehículos y no veo posibilidad de llegar."

El jefe de la Brimo en este momento ha dicho que sí que tuvieron que hacer uso de la fuerza para poder llegar, y que les costó conseguir llegar a los vehículos.

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