Forcadell: 11,5 años de cárcel por el "papel decisivo" en la creación de una "legalidad paralela"
El Tribunal considera que "desde su privilegiada posición de Presidenta del Parlament" se creó una normativa para movilizar la ciudadanía para que presionara al estado
La expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha sido condenada a once años y seis meses de cárcel y a once años y seis meses de inhabilitación absoluta porque el Supremo la ha considerado culpable del delito de sedición.
Poco después de darse a conocer la sentencia, Carme Forcadell ha publicado este tuit:
La injustícia s'ha consumat. El lliure debat parlamentari no és delicte, és un dret exercir-lo i un deure defensar-lo. No ens cansarem de dir-ho allà on faci falta. Avui la democràcia viu un dia fosc, però ni en moments així el derrotisme ens ha de vèncer. Ens en sortirem!
Carme Forcadell (@ForcadellCarme) October 14, 2019
La injusticia se ha consumado. El libre debate parlamentario no es delito, es un derecho ejercerlo y un deber defenderlo. No nos cansaremos de decirlo allí donde haga falta. Hoy la democracia vive un día oscuro, pero ni en momentos así el derrotismo nos tiene que vencer. Saldremos adelante!
El tribunal presidido por Manuel Marchena justifica la sentencia con los siguientes temas:
"Lo que justifica la sentencia de la Sra. Forcadell es su decisivo papel en la dirección de un proceso de creación normativa que, a pesar de su más que evidente insuficiencia jurídica, sirvió de ilusoria referencia para una ciudadanía que sería movilizada como instrumento de presión al Gobierno del Estado "
Entre 10 y 52 años de prisión
La Fiscalía le pedía 17 años de prisión por rebelión, lo mismo que a Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, la segunda petición más alta después de la de Junqueras.
La Abogacía del Estado, por su parte, le acusó de sedición y solicitó 10 años de prisión, también la segunda pena más larga solicitada.
El partido de extrema derecha que ejercía la acusación popular, Vox, le solicitaba mucho más, 52 años por rebelión y organización criminal.
"Participación medular"
Las tres acusaciones consideraban que, como presidenta del Parlament, Forcadell fue una pieza clave del procés independentista, con una "participación medular", según la acusación de Vox.
Forcadell está en prisión provisional desde el 23 de marzo del 2018. Antes ya estuvo una noche, entre el 9 y el 10 de noviembre del 2017.
"No participé en ninguna estrategia"
En la declaración ante el tribunal en febrero, la también expresidenta de la ANC alegó que se "limitó a cumplir" con su cargo al frente del Parlamento.
En este sentido aseguró que este no implicaba entrar en el fondo de los temas a debatir, porque esto habría significado "limitar y controlar el debate parlamentario".
Por eso rechazó "haber participado ni dirigido ninguna estrategia", y criticó "la politización" del Tribunal Constitucional, que quería, dijo, que la mesa del Parlament se convirtiera en un "órgano censor".
"Me juzgan por quien soy"
Forcadell añadió que no entendía por qué la estaban juzgando en el Supremo, cuando del proceso contra sus compañeros de mesa, que según ella habían hecho lo mismo que ella, se encargaba el TSJC.
Al final del juicio, Forcadell afirmó que la estaban juzgando no por lo que había hecho, sino por quien era, es decir, por su trayectoria política.
También insistió que al frente del Parlament solo había defendido la libertad de expresión, que es la esencia de la democracia".
"Conjeturas e invenciones"
Su abogada defensora, Olga Arderiu, que reclamó la absolución, afirmó que las acusaciones criminalizaban "una ideología" y un proyecto político.
Añadió que en todo el juicio no consiguieron probar nada delictivo contra ella; tampoco que hubiera participado en la organización del referéndum del 1-O.
Y aseguró con rotundidad que Forcadell cumplió en todo momento "la legalidad del Parlament", y que la acusación se basaba en "suposiciones, conjeturas e invenciones" de la Fiscalía.
Carme Forcadell, en una imagen de archivo de cuando era presidenta del Parlament
De diputada por ERC a prisión
Carme Forcadell fue la primera acusada que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena envió a la cárcel. Fue el 9 de noviembre de 2017 por la querella de la Fiscalía que la acusaba de rebelión.
Sin embargo, Forcadell pudo cubrir la fianza de 150.000 euros fijada por el juez, y al día siguiente ya estaba en libertad.
Cinco días más tarde, el 15 de noviembre, ERC hacía público que la expresidenta del Parlament iría de número 4 en la lista por Barcelona en las elecciones del 21D convocadas por Rajoy con la aplicación del 155.
Carmen Forcadell con Marta Rovira y Raül Romeva, durante la campaña electoral del 21D.
Tras las elecciones JxCat propuso que Forcadell volviera a ser presidenta de la institución, pero a principios de enero ella misma lo descartó, añadiendo que era una "decisión personal".
Dos meses después, el 22 de marzo de 2018, y cuando ya estaba citada en el Supremo, Forcadell renunció también al escaño de diputada, y al día siguiente Llarena la enviaba a prisión incondicional.
Aquel día el juez también encarceló a Dolors Bassa, Jordi Turull, Raül Romeva y Josep Rull, ninguno de los cuales han vuelto a salir de la cárcel.
A partir de ese momento Forcadell se centró en su estrategia de defensa: comenzó acusando a Llarena de vulnerar la Constitución con la prisión preventiva, y a principios de junio intentó que lo recusaran por falta de imparcialidad.
En julio, después del cierre de la instrucción y junto con los otros 8 acusados, la expresidenta fue trasladada de Madrid en Cataluña, primero a la cárcel del Puig de les Basses y luego a la de Mas d'Enric para estar más cerca de su familia.
En febrero de 2019, y coincidiendo con su declaración en la vista oral en el Tribunal Supremo, Forcadell fue la primera en llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Alegó la desproporción de la prisión preventiva en su caso.