
Llach "siente muchísimo" haber sugerido a los Jordis subir al coche de la Guardia Civil
El cantautor y ex diputado de JxSí transmite al Supremo el desacuerdo con Vox "como homosexual, independentista y aspirante a ciudadano del mundo"
Lluís Llach ha transmitido al Tribunal Supremo su rechazo al hecho de tener que contestar las preguntas de la extrema derecha de Vox, la acusación popular en el juicio del procés', que le ha citado a declarar como testigo junto con las defensas de Oriol Junqueras, Raül Romeva y Jordi Sánchez.
Llach ha comenzado a responder las preguntas que le hacía el abogado Javier Ortega Smith sobre la concentración del 20S en Economía, y ha hecho notar su condición de "homosexual e independentista".
"Quiero expresar que, como ciudadano homosexual, independentista y aspirante a ciudadano del mundo, estoy en desacuerdo que me hagan preguntas desde esta..."
El juez Marchena le ha contestado que se le había citado por lo que él percibió y le ha recordado la obligación de contestar a todas las partes:
"Usted está fundamentalmente aquí como testigo porqué se le sitúa en los hechos que acontecieron el día 20 de septiembre. Entonces, el marco jurídico que regula este acto es exclusivamente lo que permite a la parte que le ha propuesto formular unas preguntas, y a Usted, responder. A continuación , serán otras acusaciones y luego las defensas las que, si lo consideran oportuno, le formulen preguntas.
Pero piense que viene aquí exclusivamente para responder a lo que se le pregunte, lo que percibió. Estas afirmaciones que hace, que son respetables hasta el máximo, son, sin embargo, afirmaciones que desbordan el sentido de su llamada y el sentido de su presencia aquí."
El cantautor y ex diputado de Junts pel Sí, que ha sido el segundo y último testigo de la tarde de este lunes, ha dejado sobre la mesa el libro de uno de procesados y ahora también senador electo, Raül Romeva, que lleva por título "Esperanza y libertad".
Llach ha explicado que Jordi Sánchez y Jordi Cuixart pidieron a los concentrados que "todo se hiciera pacíficamente" y que se le pidió a él que interviniera teniendo en cuenta su popularidad.
"Los guardia civiles siempre fueron respetados, y ellos, ejemplares"

En contra de los testigos que han hablado de insultos o miradas de odio de los concentrados, Llach ha descrito un ambiente en el que los manifestantes respetaron a los agentes y éstos hicieron lo mismo con la gente:
"Puedo dar fe de que los guardias civiles siempre fueron respetados, y que su comportamiento fue ejemplar también, y que los Mossos, ningún problema ..."
Sobre los destrozos a los vehículos de la Guardia Civil, ha manifestado que en ningún momento vio "ningún acto de violencia sobre los vehículos", pero sí que había una "masa de periodistas" encima y que "ese peso en los techos provocaba desperfectos".
Tampoco vio que se lanzara ningún objeto contra los agentes ni que se agrediera o insultara a ningún guardia civil ni que se les escupiera. Sí que oyó como se les increpaba. "Fuera las fuerzas de ocupación" se decía mucho, ha dicho.
Llach ha insistido en la importancia de que todas las concentraciones en las que participaba eran pacíficas: "No salimos nunca a la calle sin la norma clara de que toda manifestación sea pacífica y que, si alguien no se comportaba, que quedara (él) sólo en evidencia."
Él sugirió a Sánchez y Cuixart subirse a los coches
El cantautor de Verges ha relatado que la idea de que el presidente del ANC y el de Òmnium Cultural se subieran a coches de la Guardia Civil fue suya:
"Por deformación profesional, y lo siento muchísimo, dije que el único lugar desde donde podía ser efectiva esta llamada a la desconvocatoria es desde encima de los coches, porque es el único lugar desde donde les podía ver todo el mundo ".
Llach ha admitido que desconvocar la movilización la noche del 20S no fue fácil, porque, de entrada, mucha gente respondió con una pitada. "(Recuerdo como tras) la primera propuesta de Jordi Cuixart, (éste) se giró y me hizo una mirada ante los silbidos que había".
Detras de él estaba Roger Torrent, Jordi Orobitg, Eulalia Reguant, Mireia Boya y el mismo Llach, que les dieron "ánimos" antes de la intervención de Sánchez, que "remató el trabajo."

Respecto de la salida de la secretaria judicial, Llach explicó que buscaron diputados para que la letrada pudiera salir mezclada entre la gente. "Intentamos que la secretaria judicial saliera en medio de los diputados y no tenía que pasar nada", ha afirmado.
El exdiputado de Junts pel Sí ha dicho que hicieron saber al teniente de la Guardia Civil que no les podían asegurar que salieran de inmediato de la sede de Economía, y que la respuesta del teniente fue que estaban dispuestos a esperar "toda la noche si era necesario", pero que querían salir con los coches.
Llach ha declarado que no apreció "ninguna tensión" y ha definido el papel de Sánchez y Cuixart como el de "dos personas responsables que estaban intentando solucionar un problema."
- TEMES:
- Juicio "procés"